La mesa está servida. Dispongámonos a deleitarnos con este banquete futbolístico.
El adagio dice que muchos son los llamados y pocos los escogidos. Como si nada estamos frente a la penúltima etapa del torneo más prestigioso del mundo futbol a nivel de clubes, con perdón del Mundialito que se celebra todos los años en diciembre. Son cuatro clubes llamados a batallar por la hegemonía y que, sin más rodeos reinará por los siguientes 12 meses como el rey del viejo continente.
Uno de los mejores posicionados a llevarse el torneo es un conocido de la competición. Con 9 títulos en su haber, el equipo de la capital española pareciera haber regresado. Después de años de no pasar siquiera de octavos de final ha retomado nuevos bríos al mando de su técnico portugués Mourinho (previo ganador de dos títulos, entrenando dos clubes diferentes) que sacó de su letargo a los gigantes ibéricos cuando el año pasado se quedó ante su acérrimo rival que le privó de ir a Wembley a disputar la final. Nuevamente están a la puertas de llegar, quien se interpone es ni más ni menos que el anfitrión de la misma. Cristiano Ronaldo quiere demostrar que no solo en la liga doméstica puede brillar.
El club de la ciudad (y el estadio) que albergará la final del 19 de mayo quiere ser piedra de tropiezo de quienes pretendan dejarles fuera de su fiesta. Enfrentan el reto de cumplir dos presentaciones más ante su público y rendir al máximo nivel. Quieren llegar, jugarla y ganarla. Contra quien sea, aún así eso implique dejar en el camino a Real Madrid y si pasaran, al FC Barcelona. Su palmarés incluye 4 trofeos de la competencia. Ribery y Robben sus más grandes peligros en banda con un 9 letal en el área, Gómez, único capaz de aguantar el tirón del mejor jugador del planeta a la hora de anotar. Una nota curiosa es que su técnico Jupp Heynckes ya hizo campeón a su rival de esta ocasión.
El único británico pareciera que es el convidado de piedra. Nunca ha ganado esta Liga de Campeones. El equipo del sur de Londres, a pocas semanas de haber destituido a André Vilas-Boas ha designado a su segundo, Roberto DiMatteo para que tome las riendas. Chelsea es protagonista de un fenómeno un tanto raro. Es con técnicos reemplazantes con quienes ha llegado más lejos en la competición continental. Guus Hiddink así como Avram Grant, ambos interinos, llegaron a la semis y la final respectivamente, en el pasado. Pareciera que su propietario se abraza a esa baza para ver si los Lampard, Terry (aún con dos costillas rotas) y compañía se anotan a la cita con la historia.
El vigente campeón está de nuevo - como lo ha hecho los últimos 4 años - plantado en semifinales. Cuatro veces ha levantado la orejona. Tres veces en los últimos 6 años. No hay nada que no se haya dicho de estos jugadores que practican un virtuosismo pocas veces antes visto. Si acaso la Hungría de Kubala o el Brasil de Pelé. Sinfonía de pases a granel. Su as de espadas es Lionel Andrés Messi, sus escuderos Xavi Hernández y Andrés Iniesta, poco más se puede decir. Guardiola quiere engrandecer su leyenda. Veremos si le alcanzan las ganas de ganar.
Uno de los mejores posicionados a llevarse el torneo es un conocido de la competición. Con 9 títulos en su haber, el equipo de la capital española pareciera haber regresado. Después de años de no pasar siquiera de octavos de final ha retomado nuevos bríos al mando de su técnico portugués Mourinho (previo ganador de dos títulos, entrenando dos clubes diferentes) que sacó de su letargo a los gigantes ibéricos cuando el año pasado se quedó ante su acérrimo rival que le privó de ir a Wembley a disputar la final. Nuevamente están a la puertas de llegar, quien se interpone es ni más ni menos que el anfitrión de la misma. Cristiano Ronaldo quiere demostrar que no solo en la liga doméstica puede brillar.
El club de la ciudad (y el estadio) que albergará la final del 19 de mayo quiere ser piedra de tropiezo de quienes pretendan dejarles fuera de su fiesta. Enfrentan el reto de cumplir dos presentaciones más ante su público y rendir al máximo nivel. Quieren llegar, jugarla y ganarla. Contra quien sea, aún así eso implique dejar en el camino a Real Madrid y si pasaran, al FC Barcelona. Su palmarés incluye 4 trofeos de la competencia. Ribery y Robben sus más grandes peligros en banda con un 9 letal en el área, Gómez, único capaz de aguantar el tirón del mejor jugador del planeta a la hora de anotar. Una nota curiosa es que su técnico Jupp Heynckes ya hizo campeón a su rival de esta ocasión.
El único británico pareciera que es el convidado de piedra. Nunca ha ganado esta Liga de Campeones. El equipo del sur de Londres, a pocas semanas de haber destituido a André Vilas-Boas ha designado a su segundo, Roberto DiMatteo para que tome las riendas. Chelsea es protagonista de un fenómeno un tanto raro. Es con técnicos reemplazantes con quienes ha llegado más lejos en la competición continental. Guus Hiddink así como Avram Grant, ambos interinos, llegaron a la semis y la final respectivamente, en el pasado. Pareciera que su propietario se abraza a esa baza para ver si los Lampard, Terry (aún con dos costillas rotas) y compañía se anotan a la cita con la historia.
El vigente campeón está de nuevo - como lo ha hecho los últimos 4 años - plantado en semifinales. Cuatro veces ha levantado la orejona. Tres veces en los últimos 6 años. No hay nada que no se haya dicho de estos jugadores que practican un virtuosismo pocas veces antes visto. Si acaso la Hungría de Kubala o el Brasil de Pelé. Sinfonía de pases a granel. Su as de espadas es Lionel Andrés Messi, sus escuderos Xavi Hernández y Andrés Iniesta, poco más se puede decir. Guardiola quiere engrandecer su leyenda. Veremos si le alcanzan las ganas de ganar.
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