febrero 04, 2012

Perder para ganar




No siempre una derrota es sinónimo de fracaso. En este momento José Mário dos Santos Mourinho Félix, se revuelca de la risa de saber que el eterno rival tiene que jugar una difícil y desgastante eliminatoria con el Valencia y que de pasarlas, requerirá verse en una final que, aunque se vea lejos en el horizonte, tendrá toda su atención en futura fecha.

El jefe de la casa blanca se dio entre los dientes con la realidad, ya se metió en el futuro y dejó en claro que el mensaje de sus empleados le hicieron llegar al pedir jugar de manera ofensiva es absolutamente razonable. Pueda que suceda, pueda que continúe. Lo que es innegable es que el desgaste sufrido por la imagen de los merengues deja mucho que desear. Visto lo visto no habrá un giro en su manejo de las crisis.

De los males, el menor. Mentalizado en que debe ganar la liga a toda costa, Mourinho puede vivir sin perder el sueño. Pese a que la eliminación supuso un duro golpe a su ego, a la larga es mejor para sus planes a mediano plazo. Mucho se especula de una potencial salida de Chamartín en el verano. Si eso sucediera y se va con un título más debajo del brazo, podrá llenarse la boca diciendo que donde llega gana. Cierto, pero a medias. En el Inter encontró un equipo ya hecho. En el Madrid le ficharon a quien quiso y ya tenía un equipo que dio dura batalla al FC Barcelona en la memorable liga de los 99 puntos. Solo el Porto puede contar como un mérito propio.

Como sea, los beneficiados son los periódicos y los programas deportivos que venden a lo loco y tienen en el portugués una interminable fuente de polémicas que no hacen más que alargar su sombra, que ha ido creciendo de manera inversamente proporcional a la de sus éxitos en la capital española. Ya veremos si su tozudez le rinde dividendos.