diciembre 07, 2011

Es tu turno, Mou.




Quien haya leído con un mínimo de atención los pensamientos expuestos por este servidor, sabrá que este espacio trata de externar la personal manera como veo y siento el fútbol. En ningún momento pretendo tener la razón en exclusiva, pero me gusta intercambiar impresiones que me hagan apreciar diferentes puntos de vista.

Habiendo esclarecido esto de antemano, me voy a permitir entonces, divagar con el partido que me gustaría ver el sábado 10 a las 22:00 hora de España.

De más está decir que en la parroquia merengue todavía escuecen las palabras de Mou después del 5-0 de la temporada recién pasada, hecho del que se acaba de cumplir un año hace apenas unos días.

"Mi equipo hasta hoy jugaba de forma fantástica, pero hoy ha jugado mal. Había que continuar con dignidad hasta el final. Mucho antes del final sabes que no tienes oportunidad de ganar y te sientes impotente".

En un inusual ejercicio autocrítico en él, resumía sus sensaciones. Se puede decir más fuerte pero no más claro.

Para nadie es un secreto que los blancos tienen muchos recursos y el juego que despliegan es vertiginoso. De velocidad electrizante y aturdimiento. Golpeo puro. Por su lado, el club de la Ciudad Condal hace gala de una abrumadora posesión de balón, que una vez monopolizado, hipnotiza al rival y sus calculados movimientos imitan una orquesta filarmónica. El machete versus el bisturí. La barbarie versus la precisión quirúrgica.

¿Que los blaugranas con todo y su estilo atractivo pudieran perder esta vez el encuentro liguero? Por supuesto que sí! En este momento están ambos bandos sacando máximo provecho de su respectiva y particular forma de jugar, tanto que se pudiera decidir quien ganará con el lance de una moneda. Y todos sabemos que la moneda puede caer de cualquiera de las dos caras. O de lado.

Pero, ¿acaso no se disfrutaría un partido disputado ofreciendo lo mejor del repertorio de cada quien? Un toma y daca que garantice que tendremos los 90 minutos más sublimes que puedan haber. Asegurarse de tener un juego que pase a la historia como la lucha por la supremacía ibérica.

Por más que me gustaría presenciar la batalla de los estilos creo que hay varias situaciones que nos privarán de ver esto. Para empezar, y ya lo he dicho antes, el Madrid veloz que llega en tres toques con peligro a la meta contraria no se ha enfrentado a una escuadra que lo exija la totalidad del encuentro. Ha habido momentos en que ha exhibido una blandengue zaga que presionada como se debe, la pasa mal. Sin embargo, el problema de la defensa no es exclusivo de ellos. De igual manera del lado blaugrana no todo son rosas. Ante el Milan se notó que Busquets no pasa por su mejor momento. Piqué también ha experimentado una sensible desmejora en su juego.

Con todo y todo, Guardiola no se ha guardado mucho esta temporada. Ha revolucionado su once jugando con la osada defensa de 3 en encuentros tan claves como difíciles y todos en desplazamientos fuera de casa. En Mestalla fue el primer experimento y al ver como hacía agua los primeros 45 minutos, retrasó a Alves para la segunda mitad. En Bilbao (donde los locales dispararon cinco veces a puerta y los visitantes, quince) y en Milan con un valiosísimo triunfo que aseguró matemáticamente ser primeros de grupo de la competición continental.

Claro, el escenario arriba descrito sería el ideal. Es una utopía pensar que el de Setubal en su infinitesimal sapiencia proponga eso, a sabiendas que conlleva un riesgo muy grande y que el precio a pagar por una eventual derrota calaría demasiado hondo en el madridismo. Pero se vale soñar con un partido abierto. Te toca mover Mou.

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