Todo apuntaba a que Raúl González Blanco iba a ser el siguiente "profeta" del Real Madrid. Pese a que la sombra del todavía presidente honorario, Alfredo "La saeta rubia" DiStefano, sobrevuela en la memoria de los más longevos aficionados merengues, todo apuntaba a que sería el próximo de ese vestuario a ser nombrado entre los laureados Paco Gento, Ferenc Puskas, Zinedine Zidane y demás leyendas pues estaba llamado a marcar época merced a sus 323 goles en los 741 encuentros que disputó entre 1994 y 2010.
El mundo del fútbol tiene pocos ejemplos (pero los hay) de figuras de sus respectivos equipos que jugaron en un solo club (Maldini, Giggs, Del Piero, Puyol) y todo parecía indicar que Raúl sería uno más de ese exclusivo grupo.
Supongo que el hecho que no entrara en los planes del nuevo entrenador fue la tumba de sus ilusiones y que siendo un depredador del área chica, necesitaba mantenerse jugando domingo tras domingo por lo que decidió hacer las maletas y partir con rumbo a Alemania para enrolarse en las filas del Schalke 04.
Si bien se estrenó como goleador en un partido contra el Bayern Munchen en la Copa 2010 LIGA total, se puede decir que por lo demás las cosas no le estan saliendo tan bien que se diga. De 4 encuentros disputados en la Bundesliga van 4 perdidos (incluido el derby citadino con el Borussia Dortmund) y en la Europa League tambien fracasaron en su primer partido sin marcar en ningún encuentro oficial.
En mi opinión se puede comparar su marcha a la Bundesliga con el error que cometió Schumacher regresando a la Formula 1 después de haberse retirado como el más laureado en la historia de ese deporte. El hecho de continuar a sus 41 años pese a haberse retirado de las pistas por espacio de 4 años lo dejó desfasado y su búsqueda de perpetuarse a sí mismo como un ídolo fue su perdición.
El tiempo juzgará si querer ser prócer en otra tierra fue la mejor decisión para este futbolista.
