Jenson fue estrella desde niño. A los 8 años era la imagen de un póster que anunciaba el Mundial 1996 de Karting Junior en Genk (Bélgica). A los 20, sabía que estaba destinado a cosas grandes cuando Frank Williams lo contrató e irrumpió en la F-1 como la gran esperanza inglesa. De inmediato, Button no escatimó en gastos: se fue a vivir a Montecarlo rodeado de lujos, mujeres y juergas.
Aunque siempre ha renegado de ser el playboy de los autos, así comenzó a ser llamado en una época en la que poco rodaba en las pistas y en la que era el rey fuera de ellas. Por su pinta de modelo y de galán se robaba las miradas y desde sus inicios fue considerado un símbolo sexual. Muchos periodistas decían que se había equivocado de profesión: "Debería ser un cantante y no un piloto", se atrevieron a escribir.
Aunque el piloto británico ha declarado recientemente que su idea es seguir en su actual escudería, BrawnGP, han sido varios los equipos que le han hecho una oferta. Al menos Toyota y McLaren, que sueña con tener dos pilotos británicos.
Además, el magnate de la Fórmula 1, Bernie Ecclestone, ha criticado a Brawn por no haber sellado aún un acuerdo con Button.
Para ayudar a la adquisición del equipo propiedad de Honda, el británico acordó recortar su salario a unos 5 millones de dólares, y también aceptó pagar por la mayoría de sus gastos de viaje y las facturas de la lavandería durante toda su triunfadora campaña.
Hasta ahora, los jefes de Brawn, Ross Brawn y Nick Fry se niegan a aceptar las pretensiones de Button, algo que Ecclestone considera una "arrogancia", según recoge el diario The Mirror.
El representante de Button, Richard Goddard, admite la situación: "Muchos de los asientos de calidad todavía están disponibles por lo que depende de Brawn hacernos una oferta", apunta en The Sun.
Parece que hasta que Raikkonen no dé el sí definitivo a algún equipo, nadie se atreve a mover ficha.
La respuesta a tu pregunta: Fernando Alonso ;)
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